¿Fallas en el escenario? ¡Utilícelo a su favor!

25.10.20

Entraba al gran escenario en medio de los enormes cortinados de rojo terciopelo. Acababan de presentarme como a la speaker que cerraba una jornada de líderes en un gran escenario soñado, la mayoría mujeres líderes y también hombres, de un país de Latinoamérica. El gran desafío fue ponerme en el bolsillo a todos los participantes, en el minuto 1 de mi conferencia.





Sin embargo, oh, ¡no! mi micrófono no estaba encendido cuando caminé hasta el centro del estrado. ¿Qué pasó? El micrófono solapero, que estaba escondido en mi vestido -y que me lo colocó una técnica-, no funcionó porque nunca lo encendieron. Nadie me escuchaba en ese encuentro anual dentro del gran teatro.

Qué momento, ¿verdad? Estaba todo chequeado, pero falló mi entrada triunfante con la presentación musical acorde. No tenía una ametralladora típica de los jueguitos tecnológicos, pues sería la mejor forma de ilustrar mi sensación.


Prepárese para improvisar

Cuando algo falla en su puesta en escena, como un desperfecto o mala configuración de la computadora con su proyección es cuando se presenta la mejor oportunidad: ¡de utilizarlo a su favor!

Solucionada la conexión de mi micrófono rápidamente y con todo el entusiasmo renovado, salí nuevamente al ruedo. Sabía que no iba a demorar demasiado en el “muchas gracias” después de esa presentación.

Por lo que era radical mi reto de ir al punto lanzando una pregunta universal que los deje pensando, a medida que cada participante deseara responderme eufóricamente. Y pregunté: “¿Qué tienen en común tal con cuál objeto?”. ¡Fue mágico! Todo se volvió a encaminar.

Lanzar una pregunta movilizante, los hace olvidar de manera inmediata esa visita inesperada del Tío Murphy, ese que, aunque todo esté chequeado con el equipo de logística y organizadores del evento, aparece sin pedir permiso queriendo tirar todo el brillo de cualquier orador en escena.

Podríamos hacer el paralelismo con la sensación universal que sintió cada individuo cuando se paralizó el planeta con la crisis del Covid. ¿Y ahora cómo seguimos? Sentimos un batacazo a la altura de los talones.

La coach María Luisa Martín Miranda de Cleo Resuelve Consultores -como tantos otros especialistas en capacitación presencial- salieron al ruedo con sus zooms, sus cafés virtuales, capacitaciones y coaching empresarial subsanando el confinamiento, brindando servicio para sus clientes y los que deseen saber más de cambio empresarial.

El paralelismo de un trastabillado escenario es perfectamente comparable con la situación paralizante que experimenta cualquier líder ante una crisis inesperada. Estaba yo allí: presente en un escenario, a punto de despedir a un auditorio para cerrar una experiencia maravillosa que duró la jornada completa, ¡y había que brillar!

Llevarlos con una pregunta improvisada como anzuelo de una presentación requiere estar aceitados para resolver situaciones inesperadas, y eso no se aprende solo en alguna clínica oratoria, sin embargo, ellas nos posicionan firmemente en cada escenario de nuestras carreras profesionales. No buscar fallas posibles, pero sí de imaginárnoslas para aplicar un plan “B” de forma inmediata.

Conectar desde el primer segundo con los participantes es clave para atrapar al auditorio. Llegar a sus corazones y emociones, para que logren prestar atención al mensaje que preparamos.

Enfocarme en esa cultura que no era la mía, -otro país latinoamericano-, era por cierto mi plan, poniéndome a su servicio, adhiriendo mi conciencia de público para brindar eso que necesitaban oír de una speaker argentina invitada.

Me enfoqué a ellos, y puse a funcionar mi entusiasmo y empatía para que en solo 20 segundos iniciales ellos confiaran en mí y llegaran al final habiendo comprado mi propuesta, en ese encuentro anual, que movilizaría sus trayectorias.

Debía llegar al final del mensaje esperanzador, por lo que no solo era iniciar con bombos y platillos, sino debía desafiarlos a romper viejas estructuras, y llevarlos a ese espacio soñado en sus carreras. Durante el desarrollo del speach también hay un timing que, si bien no es de impacto, allí debemos poner agilidad para transmitir en 3 ejes temáticos el mensaje prometido.

Ese mensaje que se identifica con el tema a desarrollar, y que se alinea a nuestro propósito, al ritmo del público, del propio tema, como también del mío propio. O sea, me parecía una malabarista interesada en que recibieran cada recurso dinámico, interactivo, pero con el mismo grado de involucramiento para que todos se lleven llaves para abrir puertas al éxito en sus carreras.


Todo no termina aquí. Si se siente identificado o le toca transitar una hipotética batalla o un desafío similar, la acción continúa:
Prepare siempre un final inolvidable: todo lo que dijo hasta aquí es importante. Pero lo es más aún el final. Su forma y fondo son prácticamente lo más importante de todo lo expuesto.

Si ya repasó los principales aspectos de lo que ha compartido, desde allí puede construir visiones de futuro llamando a la acción para ser compartidas, más si hubo interacción con su público. Sería óptimo pensar en darle cierta magia de cierre recurriendo a música o luces que ayudarán al aplauso final y donde la adrenalina sea contagiosa, de manera que las emociones fluyan, conectando con los participantes.

Ahora bien, imagínese que todo fue probado técnicamente, -ya falló el micrófono apenas inicié mi exposición-, seguimos airosos, pero, como si faltara más: el video de cierre -que es la frutilla de la torta, el final orquestal, que dejaría pasmado a mi público- también falla.



Experiencia a prueba de fuego

Justo faltando 5 minutos para la conclusión de acción y reacción, el infaltable Tío Murphy se presenta otra vez. No puede ser. ¿Cómo resolverlo?

Repasamos: el planteamiento de la presentación fue el adecuado, hubo una buena conexión con todos. A mí me tocaba cerrar ese importante encuentro, solo me faltaba exhibir un breve video final, pero desde la parte técnica alcanzaron a decirme: “¡Se trabó!”.


Era el “tío” Murphy o ¿fallas humanas?

Tener planificada una estrategia “B” es algo que no se practica como elección para la conclusión tampoco, por lo que drásticamente hay que poner a funcionar las rotativas y sacar de la galera la escena más brillante para salir del estrado bien parados y con los tacones de punta.

En tiempo de planificación se repasa una y otra vez el objetivo y se recaba información de cómo más conocer al interlocutor -sin omitir la del productor-. Pero ya hablaremos más del tema.


Tips claves para fallas y ser un orador exitoso

  1. Prepárese para improvisar
  2. Lance una pregunta movilizante
  3. Conecte desde el primer segundo con los participantes
  4. Prepare siempre un final inolvidable
  5. Planee una alternativa participativa siempre
  6. Adhiera a cierta complicidad colectiva con su público
  7. Adhiera su conciencia de público investigada
  8. Trabaje en equipo responsablemente
  9. Prepare y practique cada punto de la presentación
  10. Exponga con claridad y concisión
  11. Selle las mentes de los participantes con una gran acción

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